El uso del digital signage en restaurantes y cadenas de fast food
ha ido aumentando exponencialmente a medida que el sector descubría la
flexibilidad y oportunidades de marketing que ofrecía. Pero hay otra importante
razón para apostar por el digital signage: aumenta el tiempo que pasan en el
local y con ello les anima a aumentar también el gasto.
Además, estos
locales ofrecen un gran abanico de ubicaciones y utilidades para las pantallas
por lo que las opciones de aplicaciones se multiplican:
- Exterior: la cultura americana del drive-through ha llegado a España y cada vez es más común poder conseguir tu comida sin tener que salir del coche, por eso y porque la competencia es incansable las pantallas LCD y LED sirven para atraer el público con ofertas, menús especiales y adaptados al momento y contenidos de branding.
- A la hora de hacer la cola: la espera por la comida es parte de la “experiencia restaurante” pero nadie dijo que no puede aprovecharse para vender más con ofertas a adaptadas al momento (¿quién le diría que no a un café caliente en mitad de una tormenta?), promoción de nuevos servicios o simplemente reforzar la marca con contenidos de branding.
- En el comedor: a veces comer en un restaurante es un acto social que hacemos con compañeros o amigos, otras veces solos, pero para todos el digital signage puede ser un gran soporte para entretener con contenidos propios, televisivos, deportivos… a la vez que se utilizan para promocionar productos.
Esta experiencia
digital hace que los clientes quieran pasar más tiempo en el restaurante y no
se trate de un trámite que hay que pasar rápido. Y no solo eso, el
entretenimiento que ofrecen las pantallas generan emoción en los clientes,
empatía con la marca, una visión más innovadora de ella y hacen que el tiempo
que pasan en el restaurante aumente sin darse cuenta. Un win-win para los
fast-food.
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