La aplicación del digital signage en retail llega también a los concesionarios. Es el caso de Ford, que ha preparado el despliegue de un kiosko digital interactivo para vender su modelo F-150.
Ya no es el vendedor quien interrumpe al cliente mostrándole las bondades de su producto, sino que es el comprador quien interroga y se interesa sobre las posibilidades que le ofrece una customización personalizada de su compra. Es posible elegir el color, la calidad de los materiales, la estructura, el motor, la comparación con los modelos de la competencia, etc., junto con vídeos del comportamiento del vehículo según las opciones elegidas, y la justificación técnica de unas u otras.
Tratándose de una gran empresa, la apuesta de Ford es muy significativa, y supone un paso adelante al incorporar el digital signage como auténtico agente comercial.
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