Hoy os presentamos una campaña que tuvo lugar hace unos meses en Australia y que consistió, según sus creadores, en el primer anuncio invisible del mundo. Cierta razón seguro que tienen, porqué el contenido no se veía a simple vista. Fue posible gracias al Digital Signage y al uso de unas gafas especiales, que permitían ver el contenido de las pantallas. Éstas estaban colocadas detrás de las ventanas de un edificio en Sydney, y su contenido sólo era visible a través de las gafas que repartían unas azafatas.
Era una acción de marketing del desodorante Axe (conocido como Lynx en algunos países), que tuvo su buena repercusión, a juzgar por las imágenes del vídeo, y que despertó al curioso que todos llevamos dentro.
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